VÍDEO TUTORIAL DE SISTEMA INTEGRADO DE PROTECCIÓN 

DEFINICIÓN SIPF

Los Sistemas Integrados de protección física (SIPF) son todos aquellos elementos que conforman una solución integral en donde se toman en consideración todos los subsistemas de protección para su perfecta implementación. Estos abarcan desde los equipos, hasta los procedimientos utilizados para elevar el nivel de resguardo de los activos de las instalaciones, residencias o empresas, tomando en consideración el grado de criticidad y vulnerabilidad existente.

Los Sistemas Integrados de Protección Física (SIPF) están compuestos por seis subsistemas, los cuales tienen como objetivo disuadir, retardar, detectar, evaluar y responder / reaccionar a los fines de minimizar la ocurrencia de eventos no deseados. 

La siguiente tabla muestra los subsistemas con sus respectivos modelos de protección:

El sistema de protección física debe estar diseñado adecuadamente para salvaguardar los activos de la empresa o residencia contra el nivel de sofisticación de las amenazas que atentan en contra de los mismos. La clave para obtener el "mejor" sistema de protección física radica en seleccionar los dispositivos y equipos más apropiados para cada situación e implantar controles y procedimientos que sirvan para garantizar la integridad de los activos. Existen diferentes dispositivos y equipos de protección física, que pueden ser combinados para estructurar un sistema de protección.

LOS OBJETIVOS DE LOS SIP

Un sistema de protección física tiene cinco (5) objetivos principales, a saber: disuadir, detectar, retardar, evaluar, y responder.

a.            Disuadir: está condicionada al efecto psicológico (temor) que los diferentes elementos de protección física (alumbrado, cámaras, alarmas, entre otros.) pueden tener sobre el intruso potencial, para que éste desista en su empeño de penetración.

b.            Detectar: advertir de la presencia de un intruso cuando éste intenta penetrar un área protegida a través de sensores de detección.

c.        Retardar: dificultar el acceso hasta el bien o valor protegido mediante la instalación de barreras.

d.            Evaluar: determinar si una alarma es falsa o es real mediante un sistema de transmisión y monitoreo de alarmas que anuncia e identifica la ubicación de la alarma específica, a través de elementos de verificación y vigilancia (sistema de video vigilancia (SVV), micrófonos, patrullaje, etc.).

e.            Responder: ejecutar acciones previamente definidas a través de un elemento humano (patrullaje) que se traslada al lugar donde se detectó la penetración.

Si estas funciones no están debidamente integradas en el diseño del sistema de protección física, los activos pueden estar inadecuadamente protegidos.  Por ejemplo, los activos pueden estar rodeados por el mejor equipo de detección de intrusos existentes, pero si nadie oye ni reporta la alarma de intrusos, y especialmente si nadie responde a la alarma, el sistema de detección de intrusos resultaría ineficaz, excepto quizás como disuasivo psicológico.

Los controles de protección física están generalmente diseñados para prevenir pérdidas o daños a la instalación que puedan ser ocasionados tanto por fuentes internas como externas a la empresa (intencionales), y a su vez por los daños causados por el factor de error humano.  Por esta razón se debe incorporar una capacidad de verificación y respaldo que permita a los otros controles del sistema entrar en acción inmediata cuando uno de los controles falla.

SUBSISTEMA DE DETECCIÓN

La detección consiste en descubrir la acción de un adversario, esto incluye la detección de acciones encubiertas o manifiestas. La medida de eficacia de la función de detección es la probabilidad de detectar la acción de un adversario y el tiempo requerido para reportar y evaluar la alarma. Incluido en la función de detección de protección física se encuentra el control de acceso. Control de acceso se refiere a permitir la entrada de personal autorizado y detectar los intentos de entradas de personal y materiales no autorizados. 

Los sistemas de detección de intrusos (SDI) consisten básicamente en sensores de intrusión tanto externos como internos, sensores de punto, espacio y pánico y fuentes de poder primario y secundario, todos trabajando en conjunto. Los sensores externos son aquellos utilizados en ambientes a la intemperie, y los sensores internos son los utilizados dentro de las edificaciones. 

La detección de intrusos se puede definir como la capacidad de detectar a una persona, o un vehículo, tratando de entrar de forma no autorizada a un área que está siendo protegida por algún ente, el cual tiene los medios para autorizar o iniciar una respuesta apropiada. La frontera de detección de intrusos es idealmente una esfera que recubre el activo a ser protegido, de tal forma que cualquier intento de intrusión ya sea a través de la superficie, por el aire, bajo el agua, o por debajo de la tierra, sea detectado.

Los sensores se clasifican en cinco tipos:

• Activos: Piezoeléctricos Fotoeléctricos Fotoemisivos Fotovoltaicos Termoeléctricos (Termopares) Magnetoeléctricos Electromecánicos Fotovoltaicos.

• Pasivos: Resistivos (Resistencia variable) Potenciométricos, Termoresistivos Fotoresistivos, Extensiométricos, Magnetoresistivos, Electroquímicos, Capacitivos (Capacidad variable), Inductivos (Inductancia variable), Reluctancia variable, Permeancia variable, Transformador variable, Magnetoestrictivos, Semiconductores.